Una de las peregrinaciones más tradicionales de la Diócesis de Rancagua tuvo lugar este sábado 9 de noviembre en Nancagua, hasta donde llegaron cerca de cuatrocientos jóvenes a orar al Santuario de Puquillay.
Los distintos grupos de pastoral juvenil y de colegios respondieron así al llamado que, desde hace 16 años, realiza el Departamento Diocesano de Pastoral Juvenil de la Diócesis.
Si bien este año disminuyó la cantidad de peregrinos, la alegría, fe y deseos de participar en el “ahora de Dios” se sintió en la caminata hacia el cerro Puquillay, donde se ubica la imagen de la Virgen.
Este año, privilegiando la seguridad se hizo un cambio de recorrido y se acortó la jornada, que comenzó a las 8.30 horas.
Luego, a las 12.30 horas, ya en la explanada del Santuario y con el Valle de Colchagua dominando el paisaje bajo la mirada maternal de María, se celebró la Eucaristía, la cual fue presidida por el administrador apostólico de Rancagua, obispo Fernando Ramos.
Así los jóvenes de la diócesis participaron en esta fiesta de la fe, acogiendo el llamado de ser protagonistas de la historia.