Actualidad Diocesana

Hermosa fiesta se vivió en los santuarios marianos de la diócesis

Lunes 09 de Diciembre del 2019
Miles de fieles celebraron a la virgen en la Inmaculada Concepción y se consagraron a su maternal.

Durante todo el trayecto desde Rancagua hacia el Santuario de La Compañía era posible ver a los peregrinos que acudían a mostrar su devoción por la virgen en el día de la Inmaculada Concepción. Familias completas, parejas, grupos de jóvenes, ya sea a pie o en bicicleta, recorrían los más de 11 kilómetros que separan la Alameda de Rancagua del santuario por el camino interior hacia Graneros. Ya en el lugar santo pudieron participar de las eucaristías (se realizó una a cada hora), pagar sus mandas y pedir a la virgen su ayuda.

Similar situación se vio en el otro santuario mariano de la Diócesis de Rancagua, ubicado en Nancagua, en el sector de Puquillay. Ahí, los peregrinos subieron el cerro hacia la imagen de la virgen y participaron de las eucaristías celebradas.

La fiesta de la Inmaculada Concepción tiene una gran tradición en el mundo cristiano y, especialmente, en nuestro país. Este año, los obispos de Chile invitaron a que el 8 de diciembre, en todas las celebraciones eucarísticas se hiciera una masiva consagración del país a la maternal protección de la Santísima Virgen María.

Con ese matiz especial, se celebró esta fiesta en todas las parroquias de la diócesis, en tanto que el administrador apostólico de Rancagua, monseñor Fernando Ramos Pérez, celebró la Eucaristía al mediodía en el Santuario de La Compañía, consagrando a la diócesis a la maternal protección de la madre de Jesús. 

El obispo Ramos señaló que “la Virgen María cumple un rol muy importante en la historia de la salvación. Ella está muy unida a la persona de Jesús, que es su hijo, y lo acompaña en todos los momentos significativos de su vida y ministerio público, así como también a los pies de la cruz, donde, con el mandato de ser la madre de los discípulos de Jesús, recibe esta dimensión de la maternidad espiritual”.

Cabe señalar que en la Diócesis de Rancagua existen lugares de mucha devoción mariana como son estos dos santuarios (La Compañía y de Puquillay), pero también están las parroquias de Peumo y Pichilemu que están bajo la advocación de la Inmaculada Concepción.