Actualidad Diocesana

Sacerdote chileno compartió su experiencia como misionero en Centroáfrica

Jueves 19 de Diciembre del 2019
Durante 4 días recorrió las ciudades de Curicó, Talca, Rancagua y Santiago para compartir su testimonio.

Un Chile convulsionado recibió al sacerdote chileno Yovane Cox, quien viajó desde Ecuador para compartir su experiencia de misión en Centroáfrica. Sus 13 años de misión en la República Centroafricana, un país que lleva seis años en guerra civil, le enseñaron a ser un portador de paz, de reconciliación, de justicia y de perdón en medio de la violencia.

Una experiencia que inspiró a quienes escucharon al sacerdote durante su recorrido por colegios y universidades de las ciudades de Curicó, Talca, Rancagua y Santiago, que visitó durante cuatro días.

“En Chile se ha vuelto a abrir una herida que teníamos hace más de 30 años y que no había cicatrizado bien. Esta herida hoy duele, pero tenemos que poner en ella la medicina  adecuada para sanarla bien. Esa medicina es el perdón. Cuando se logre perdonar vamos a poder ver esta cicatriz, pero sin dolor”, fueron sus palabras.

En su intensa agenda visitó tres colegios -entre ellos el colegio La Cruz de Rancagua-, una universidad, tres parroquias y distintos grupos de laicos. “Este es un tiempo para reflexionar y rezar, luego vendrá el minuto de actuar”, dijo el padre Yovane.

Así, invito tanto a los jóvenes como a los laicos a ser agentes de cambio, a tener esperanza en que esto va a pasar y que, aunque nos duela, nos va a hacer bien. Además, el sacerdote nos invitó a mirar a todos como nuestros hermanos, incluso a quienes nos hacen daño. “Dios nos hizo diferentes”, dijo y comparó a la humanidad con un jardín: “Si todas las plantas fueran iguales, no tendríamos el colorido, ni la variedad de aromas y frutos que la naturaleza nos entrega”. Es esta diversidad la que nos enriquece y debemos saber aprovecharla.

El padre Yovane Cox también visitó el Santuario María Auxiliadora de Talca. Estuvo junto a su párroco y empatizó con todos los sacerdotes que han sufrido, en estos últimos días, atentados y saqueos en sus parroquias. “Me imagino que sienten lo mismo que sentí yo cuando fui refugiado y, desde el Congo, vi cómo los rebeldes quemaban todo lo que, junto a mi comunidad, habíamos construido con tanto esfuerzo”, dijo también durante sus charlas.

El llamado del padre Yovane fue a la unidad, a la esperanza y al perdón. Además, hizo un llamado a la ayuda. Si bien sus proyectos están en Centroáfrica (con una campaña que va en ayuda de los refugiados de la Parroquia de Alindao), también nos llamó a apoyar a nuestra propia Iglesia chilena que hoy está sufriendo. ¿Cómo? A través de la oración y de una campaña que busca reparar y recuperar el mobiliario de la parroquia La Asunción, en Santiago, y el Santuario María Auxiliadora de Talca.