Actualidad Diocesana

El pulso del año que se va

Martes 31 de Diciembre del 2019
- Alegrías, tristezas y la certeza de que después de las movilizaciones sociales que comenzaron en octubre, el país no es mismo. - Les deseamos un feliz año 2020, que Dios los bendiga.

 

Enero: Hasta la Jornada Mundial de la Juventud de Panamá llegaron representantes de las parroquias de Rancagua, Codegua, Lo Miranda y también de la Orden Madre de Dios de Quinta de Tilcoco, entre otros muchos jóvenes. 

 

Febrero: Un inicio de año lleno de despedidas y recibimientos tendremos en las distintas comunidades de la Diócesis de Rancagua, luego de que el administrador apostólico de Rancagua, obispo Fernando Ramos, diera a conocer una serie de cambios en las parroquias. Once sacerdotes diocesanos comenzaron una nueva tarea en la Iglesia diocesana.

Marzo: Alojando en escuelas, en dependencias de parroquias, en casas de familias del sector estuvieron los misioneros, que llegaron de distintos lugares del país a trabajar, entregar la palabra de Cristo y compartir con personas de distintas comunidades de la Diócesis de Rancagua.

 

Abril: SE realizó la dedicación de la Iglesia de Isla de Yáquil. El templo Sagrado Corazón presentó daños estructurales luego del terremoto de 2010 y debió ser reconstruido, lo que se logró gracias a fondos del Gobierno Regional.

 

Mayo: Fundación Caritas Rancagua y Fundación Emmanuel realizaron una alianza, que permitió a casi una treintena de mujeres de la Diócesis de Rancagua certificarse en el cuidado de adultos mayores, lo que significó una nueva oportunidad laboral para ellas. 

 

Junio: Con miras a la III Asamblea Nacional Eclesial, convocada por la Conferencia Episcopal de Chile, el Consejo Diocesano Pastoral de la Diócesis de Rancagua inició -al igual que distintas instancias diocesanas- el proceso de discernimiento. Este proceso se realizó en distintas etapas durante todo el año.

 

Julio: El Obispado de Rancagua en su intensión de avanzar en la prevención de abusos y la creación de ambientes sanos está implementando una serie de medidas de control y fiscalización de grupos que funcionan en parroquias y de los agentes pastorales que tienen contacto con niños y adolescentes. Además, se ha reestructurado el Consejo de Prevención con el fin de mejorar la atención que entrega.

 

Agosto: Con el objetivo de generar un espacio de encuentro y diálogo, como un aporte a la reflexión del proyecto de ley migratoria que actualmente se trabaja en el Senado, se realizó una mesa de trabajo compuesta por representantes de Incami (Instituto Católico Chileno de Migración) de Santiago y Valparaíso, miembros de la pastoral de migración de la diócesis Rancagua y el Senador Juan Pablo Letelier en dependencias del Obispado de Rancagua. 

 

Septiembre: Gran devoción popular se vivió los fieles por la visita de la imagen de la Virgen de Fátima, que estuvo en la diócesis entre el 30 de septiembre y el 7 de octubre.

 

Octubre: Masivas manifestaciones, producto del descontento social, comenzaron el 18 de octubre en Santiago y el resto del país. Frente a ellas, el administrador apostólico de Rancagua, obispo Fernando Ramos, manifestó su cercanía, dolor y esperanza. Señaló que “son millones los chilenos que quieren ser escuchados, por las distintas inequidades que experimentan. Y cada uno tiene todo el derecho de manifestar su disconformidad, su punto de vista o simplemente hacer ver el sufrimiento que vive por no recibir los apoyos o auxilios necesarios, o expresar su molestia por las múltiples expresiones de abuso que se han constatado en nuestro país, tanto en la sociedad civil como también en la misma Iglesia”.

 

Noviembre: Sigue el estallido social. La Iglesia ha llamado a la oración, participación y a servir. Además, se invita a vivir en todo el país y en cada diócesis un gran día de oración por Chile el próximo 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción, en que consagraremos el país a la protección maternal de la Virgen María en todas nuestras celebraciones eucarísticas.

 

Diciembre: El administrador apostólico de Rancagua, obispo Fernando Ramos, fue nombrado por el Santo Padre, arzobispo de Puerto Montt.

 

 

Caso La Cofradía llega a su fin

Un terremoto vivió la Diócesis de Rancagua el 18 de mayo de 2018 cuando un reportaje de canal 13 dio a conocer la denuncia de una ex miembro de la pastoral juvenil diocesana, que acusaba a 14 sacerdotes de distintos delitos, entre ellos, abuso sexual de menores.

Fue el llamado caso “La Cofradía”, pues - según explicaba el reportaje- había una agrupación dentro de la Iglesia, que se hacía llamar “La Familia, que tenía una estructura piramidal y que, para identificar su jerarquía, usaba parentescos femeninos: “La Abuela”, “las tías”, “las hijas” y “las nietas”.

El Ministerio Público señaló que, al recibir esta denuncia, había comenzado a investigar a los sacerdotes en abril de 2018, por ello, había solicitado al Tribunal de Garantía de Pichilemu la orden amplia de investigar y el uso de todas las medidas más intrusivas que otorga la legislación: agentes encubiertos, interceptación telefónica y alzamiento de secretos bancarios.

En ese contexto, el 13 de junio del mismo año, la Fiscalía Regional ordenó el allanamiento de Obispado de Rancagua hasta donde llegó el OS9 de Carabineros para decomisar diversos antecedentes vinculados al caso. La misma diligencia se realizó en la sede del Tribunal Eclesiástico de Santiago, en la Región Metropolitana.

En ese ambiente, el 28 de junio de 2018, el Papa Francisco le aceptó la renuncia a Monseñor Alejandro Goic y comunicó el nombramiento de Monseñor Fernando Ramos como Administrador Apostólico.

El caso “la Cofradía” comenzó a desmoronarse seis meses después de que saliera a la luz púbica. Ya que, en septiembre del 2018, se decretan los primeros 3 sobreseimientos de sacerdotes, señalándose que su actuar no era constitutivo de delito. 

En la oportunidad, la propia Fiscalía Regional reconocía que “La Cofradía” jamás existió, desestimándose la figura de una asociación ilícita criminal.

Así, fueron siendo sobreseídos uno a uno los clérigos vinculados al caso. En otros casos se ordenó no perseverar con la investigación al no poder comprobarse la existencia de delito. El punto final se puso este 12 de diciembre el juzgado de Pichilemu ordenó no perseverar en el caso de los dos últimos investigados. 

Es decir, luego de un año y medio de investigación, no se pudo imputar por un delito a ninguno de estos sacerdotes. Se reiteró que nunca existió una agrupación de clérigos para delinquir.

Por los hechos denunciados por el reportaje de televisión, el 22 de mayo de 2018, el obispo diocesano de la época, monseñor Alejandro Goic, decretó el comienzo de investigaciones previas de los 14 sacerdotes y su restricción del ejercicio del ministerio sacerdotal.

De estos, en la actualidad, ocho han sido restituidos sin encontrarse delito canónico; tres dejaron el ministerio sacerdotal; un sacerdote falleció; y en dos casos las investigaciones previas aún no concluyen.