¡Verdaderamente Resucitó!

Miércoles 30 de Abril del 2025
Un ambiente de profunda fe y participación marcó las celebraciones de Semana Santa en la Diócesis de Rancagua

Una Semana Santa cargada de recogimiento, devoción y participación comunitaria se vivió en la Diócesis de Rancagua, donde cientos de fieles se congregaron para conmemorar los misterios centrales de la fe cristiana. Cada una de las celebraciones litúrgicas estuvo marcada por una activa presencia de hombres, mujeres y niños, que vivieron con fervor y esperanza estos días santos. Los invitamos a un recorrido en imágenes de lo vivido.

 

 

Misa Crismal

Las actividades comenzaron con la Misa Crismal, realizada por primera vez en la Parroquia San Fernando Rey de San Fernando, donde además los consagrados celebraron el jubileo de los sacerdotes. El obispo diocesano presidió la eucaristía, acompañado por numerosos sacerdotes de distintas parroquias. Como es tradición se bendijeron los óleos que serán utilizados a lo largo del año en los sacramentos del bautismo, la confirmación, la unción de los enfermos y el orden sacerdotal. Además, los presbíteros renovaron públicamente sus promesas sacerdotales, en un gesto que fue aplaudido y valorado por la asamblea.

Jueves Santo

El Jueves Santo, la liturgia del Lavado de los Pies recordó el mandamiento del amor y el servicio. En distintas parroquias, los fieles presenciaron con emoción cómo los sacerdotes lavaban los pies a personas de la comunidad, representando a los apóstoles. Fue un momento de profunda humildad y comunión que invitó a la reflexión sobre el llamado a servir a los demás.

 

 

Viernes Santo

El Viernes Santo se vivió con recogimiento y silencio. El Vía Crucis fue una de las actividades más concurridas, con procesiones por las calles en distintos sectores de la diócesis. Jóvenes, adultos y familias completas caminaron en oración, meditando en cada estación la pasión y muerte de Jesucristo. En algunas parroquias como Divino Maestro se vivió el “Pésame a la Virgen”, que reunió a numerosos fieles en un acto cargado de simbolismo y sensibilidad, donde se acompañó a María en su dolor, con cantos, oraciones y gestos de consuelo.

Sábado Santo

El Sábado Santo culminó con la Misa de Gloria o Vigilia Pascual, una de las celebraciones más significativas del calendario litúrgico. Con la bendición del fuego nuevo, el encendido del Cirio Pascual y el canto del Pregón Pascual, se dio paso a una noche de luz y esperanza. Muchos fieles participaron activamente en las lecturas y cantos, renovando sus promesas bautismales con gran alegría.

La Alegría de la Pascua

Finalmente, el Domingo de Resurrección fue vivido con júbilo en toda la diócesis. La Misa de Resurrección congregó a comunidades enteras para proclamar con gozo que Cristo ha resucitado. La celebración estuvo marcada por cantos festivos, mensajes de esperanza y un ambiente fraterno que reflejó la alegría de la Pascua.

 

 

Vía Crucis en Machalí

La masiva celebración reunió a dos comunidades parroquiales ante la imagen del Cristo de la Hacienda, marcando un momento clave dentro de una Semana Santa vivida con profundo recogimiento en toda la diócesis.

La Diócesis de Rancagua vivió una Semana Santa marcada por la fe, la unidad y el testimonio del pueblo de Dios que peregrina en la región de O’Higgins. Una de las pruebas de ello fue la unión de dos parroquias de Machalí en el Vía Crucis realizado el Viernes Santo, encabezado por el obispo diocesano, Mons. Guillermo Vera Soto.

 

Los fieles de parroquias San Juan Bautista y Sagrada Familia de Machalí salieron de sus respectivas parroquias, pasando por las estaciones del Vía Crucis. La última estación se realizó en conjunto, frente a la imagen del Cristo de la Hacienda, la cual, a pesar del incendio que destruyó su estructura en febrero pasado, sigue siendo un símbolo de profunda devoción. Allí, gran cantidad de fieles se congregaron con recogimiento, encendiendo luces y oraciones, en un gesto que expresó la fuerza de la fe frente al dolor. “Cristo vive y nos acompaña en medio de nuestras cruces”, dijo emocionado el obispo, invitando a renovar la esperanza pascual.

 

El Señor Sufriente visitó a los enfermos

 

El Hospital San Juan de Dios de San Fernando fue escenario de un conmovedor Vía Crucis, recordando que el Señor sufriente se hace cercano a quienes viven el dolor y la enfermedad.

El recorrido se inició el Viernes Santo a las nueve de la mañana en el área de Urgencia y culminó cerca de las 10:45 horas en la Capilla Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, ubicada dentro del mismo recinto hospitalario, explicó el padre Sergio Farías, quien encabezó la actividad.

El Vía Crucis, que transitó por las salas de maternidad, pediatría, cirugía, medicina y por la unidad de cuidados intensivos (UCI), contó con la participación de una delegación de doce personas de la agrupación de Damas Vicentinas de San Vicente de Paul, cuyo apoyo fue fundamental para el desarrollo de esta manifestación de fe.

En cada estación, el personal de salud preparó pequeños altares con especial dedicación, ofreciendo un espacio de oración y recogimiento en medio de sus labores cotidianas. La Dirección del hospital y todo el personal demostraron una notable disposición para facilitar esta actividad pastoral que permitió un verdadero encuentro del Señor Misericordioso con los enfermos.

La jornada estuvo marcada por momentos de oración, reflexión, súplicas, bendiciones y cantos, envolviendo de esperanza cada rincón visitado. Fue un testimonio vivo de que, en el sufrimiento, Cristo Resucitado también se hace presente, acompañando a los que más necesitan consuelo.

La histórica capilla del hospital, dedicada a la Virgen de la Medalla Milagrosa, es atendida pastoralmente por la Parroquia San Fernando Rey, siendo un faro de fe para toda la comunidad hospitalaria.

Foto via crucis hospital 1 y 2