Actualidad Diocesana

Párrocos asumen nuevas destinaciones pastorales

Jueves 16 de Abril del 2020
- Los presbíteros Manuel Peña y Rubén Inostroza asumieron como párrocos en las parroquias de Olivar y Machalí, respectivamente.

En una ceremonia presidida por el administrador apostólico de Rancagua, monseñor Juan Ignacio González, asumió como párroco de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen de Olivar el sacerdote Manuel Peña. Mientras que el presbítero Rubén Inostroza asumió la Parroquia San Juan Bautista de Machalí. 
Las nuevas destinaciones pastorales se han ido produciendo sin público y en dependencias del Obispado de Rancagua, debido a la crisis sanitaria.
Frente a este nuevo desafío el sacerdote Manuel Peña, señala que “recibí este nombramiento con mucha humildad y obediencia a Dios. Como sacerdote estoy llamado a servir al pueblo de Dios con entrega generosa y alegre”. 
Enfatiza que “por ello, puse esta nueva misión bajo la mirada misericordiosa de Jesús Resucitado, para que sea Él quien guíe mis pasos y me de la gracia necesaria para cumplir y hacer vivo el Evangelio, ya que como sacerdote también soy pastor que debe guiar a las ovejas hacia el encuentro del Dios Misericordioso. Además, me he puesto bajo la protección de nuestra madre la virgen María, para que ella me de la entereza y fortaleza para cumplir con fidelidad este nuevo desafío”.
El sacerdote Manuel Peña, argumenta que “asumir una parroquia en este momento tan crítico a nivel mundial debido al Covid-19 es un gran desafío, porque si bien ha significado mantener los templos cerrados, la Iglesia está más viva que nunca”. 
Recalca que “nuestros obispos nos han llamado a estar presentes en las comunidades y no dejar de anunciar el Evangelio, dando ánimo a los fieles”. Por ello, explica: “No se ha suspendido ningún oficio religioso. Todos ellos se están celebrando de forma diferente, por medio de la tecnología”. 
El nuevo párroco de Olivar argumenta que “hoy nuestros fieles necesitan que se les anime, nuestro pueblo está con miedo, por eso hoy más que nunca es esencial  mostrar una Iglesia muy humana y cercana”.