Monseñor, en el contexto del Año de la Fe, ¿Cuál es la importancia de la Solemnidad de Corpus Christi?
La fiesta de Corpus Christi nos recuerda el ministerio de fe de la Santa Eucaristía, la presencia de Cristo en el pan y el vino consagrado que cada domingo celebramos en la Eucarística. En el contexto del Año de la Fe, esta celebración adquiere una especial significación, el anterior Papa Benedicto XVI en su carta sobre la Puerta de la Fe, para inaugurar este año, nos pedía que, en todo el mundo, el día 2 de junio, se realice ojalá durante las 24 horas del día, una Adoración al Santísimo Sacramento para ponernos en sintonía con todo el mundo creyente para adorar a Cristo Eucaristía, para que nos ayude a profundizar y a vivir nuestra fe y ser testigo de esta fe en el mundo actual. Por eso que en todo Chile y en nuestra diócesis, queremos ese día, según las posibilidades de cada parroquia, tener momentos de oración al Santísimo Sacramento. También en Rancagua habrá la tradicional procesión de Corpus en la plaza de Los Héroes, por lo tanto, es una invitación a toda la comunidad diocesana para que la fe que tenemos en el Señor, en el Evangelio, se acreciente y sepamos vivir de generación en generación.
Monseñor, ¿Cómo deberíamos vivir los católicos esta solemnidad?
La invitación es a juntarse en las parroquias respectivas, donde normalmente cada creyente práctica la fe en la Eucaristía dominical, informarse a qué hora va a ser estas oraciones particulares y especiales, y que cada uno pueda dedicar algunas horas de oración. Sé de parroquias que van estar las 24 horas del día, día y noche, entonces ahí tendrán que inscribirse sobre todo los que van a orar desde las 12 de la noche hasta las 8 de la mañana, para cumplir turnos, para que el Santísimo Sacramento esté acompañado siempre por alguna persona orante. Lo importante es que hagamos de este día 2 de junio una gran cruzada de oración, no sólo en la diócesis, sino también en todo el país y el mundo entero para pedirle al Señor que nos ayude a vivir según esta fe. La fe debe expresarse en todos los acontecimientos de la vida, en la vida personal, familiar, política, económica, social. Esta es una gran cruzada de oración para pedir que Dios nos regale esa fe profunda y la vivencia de esa fe en todos los acontecimientos de nuestra existencia.