El lunes 22 se inició la Jornada Mundial de la Juventud ¿Cuál es la importancia de este encuentro con el Papa Francisco?
Esta fue una de las grandes intuiciones pastorales del bienaventurado Papa Juan Pablo II, que con toda seguridad este año va a ser Canonizado. Él sintió que era indispensable tener una expresión a nivel mundial de encuentro de jóvenes, que amando a Cristo se encontraran con el sucesor de Pedro para reafirmar su fe en el Señor. Por eso, en esta jornada que culmina hoy, presidida por el Papa Francisco, primer Papa latinoamericano, y que además es el primer viaje que hace como Sumo Pontífice, corresponde a la vigésimo octava Jornada Mundial de la Juventud. He podido ver, a través de las imágenes de la televisión de los diferentes medios de comunicación, la tremenda conexión espiritual y humana del Papa Francisco con los jóvenes del mundo, entre los cuales hay 10 mil de nuestro país y poco más de 300 de nuestra región, quienes con su alegría y con su entusiasmo nos contagian. Creo que esta jornada tendrá una repercusión en todos los países de donde han venido representaciones, porque evidentemente el compromiso de esos jóvenes va a aumentar después de este tremendo compromiso de viajar y vibrar con los diferentes acontecimientos de unión con el Papa Francisco. Tengo mucha esperanza de que a la vuelta nos vamos a reunir para ver cómo transmitir el gozo de lo que ellos han vivido esta semana a sus hermanos jóvenes de las distintas parroquias y colegios a los que pertenecen. Así se los pedí cuando los envíe, tener con ellos un encuentro cuando regresen.
Monseñor, ¿Cómo ha sido la participación de nuestra diócesis en esta Jornada?
Son poco más de 300 los jóvenes de varias parroquias y colegios de nuestra diócesis que están participando. Es interesante como ellos se prepararon y organizaron diversas actividades para obtener los fondos para poder viajar y también como se prepararon espiritualmente. En los días previos a la Jornada, muchos viajaron en avión, pero también de forma muy esforzada por más de 80 horas en bus. Ellos tuvieron una celebración de Envío en Pelequén y allí en la Eucaristía hicieron un compromiso de dar testimonio de Cristo allá en Brasil y, sobre todo, cuando vuelvan a nuestra Patria y nuestra región para ayudar a otros hermanos jóvenes a descubrir el gozo que da seguir a Jesucristo, que da sentido a sus vidas y a comprometerse para anunciarlo a otros jóvenes. Yo tengo mucha esperanza de que estos 10 mil jóvenes chilenos ayuden a revitalizar la Pastoral Juvenil en nuestra Patria y en nuestro caso en nuestra región.