El padre Juvenal Galaz, asesor diocesano del diaconado permanente de la Diócesis de Rancagua envía un afectuoso saludo a los diáconos, quienes por la imposición de manos, reciben el Orden para anunciar la Palabra de Dios, instruir a los fieles y ejercer el ministerio de la caridad bien de los predilectos del Señor. Sacramento que los configura con Jesucristo, Maestro; que con palabras y obras vino a mostrarnos el rostro misericordioso del Padre.
El padre Juvenal señaló:
En la festividad de San Lorenzo, patrono de los diáconos, un saludo a cada uno de los diáconos y sus familias que sirven y animan al Pueblo de Dios, con su testimonio y cercanía, particularmente en este tiempo de pandemia. Sean siempre como la lámpara que se enciende para iluminar con su fe a todo aquel que lo necesite.
Que el Señor les bendiga concediéndoles aquello que más necesitan para ustedes y sus familias.