“Miles de personas no tienen qué comer hoy”, recordó el obispo de San Bernardo y administrador de Rancagua, monseñor Juan Ignacio González durante la homilía de la misa de celebración del Día de la Solidaridad, haciendo alusión a la crisis sanitaria de salud que vive el país.
Por ello, llamó a comprometerse con la ayuda a los más desposeídos en las distintas campañas que está impulsando al Iglesia local, como son: “Cinco Panes y Dos Peces”, para entregar mercadería y ropa, y “Parando la olla”, que apoya las ollas comunes y comedores solidarios que se han implementado en las distintas diócesis.
Enfatizó que el padre Alberto Hurtado, a quien se recuerda en este día, era muy exigente con quienes tenían recursos para que los aportaran a los más necesitados. “Hoy recordamos estas exigencias”, aseveró. En ese contexto, precisó que “necesitamos tener lo suficiente para que nadie en estas diócesis (San Bernardo y Rancagua) tengan hambre de Dios y de alimentos… necesitamos de una movilización general de personas, que dejen atrás sus ideologías y sus pensamientos políticos y económicos para ayudar”, indicó el prelado.
“En este Día de la Solidaridad pidamos a san Alberto Hurtado que nos de su fortaleza y alegría sobrenatural para llevar a cabo esta tarea”, expresó el administrador apostólico de Rancagua.
Por la actual situación de emergencia y la falta de trabajo son miles de personas en el país que no tienen lo suficiente para satisfacer sus necesidades básicas. Por eso en este Día de la Solidaridad el llamado de monseñor González es a ayudar al prójimo y dar hasta que duela, tal como indican las enseñanzas de san Alberto Hurtado.