“Entren a la Casa del Señor”, fueron las palabras del administrador apostólico de Rancagua, monseñor Juan Ignacio González, al abrirse las puertas después de 10 años de espera, del templo Madre de la Divina Providencia, ubicado en la población Centenario, de Rancagua.
La edificación sufrió serios daños a consecuencia del terremoto de 2010 y durante todos estos años se aunaron los esfuerzos de los feligreses, del Obispado de Rancagua, del Gobierno Regional –que aportó mayoritariamente los fondos- y de la Municipalidad de Rancagua para poder reconstruirlo.
El pasado jueves 12 de noviembre, tomando todas las medidas sanitarias, el obispo González celebró el rito de Dedicación en presencia de algunas autoridades y fieles. La consagración fue transmitida por facebook de la parroquia.
LA ENTREGA DE LLAVES
Afuera de la parroquia, justo a las 19 horas, el director de Secplac de la Municipalidad de Rancagua, Raimundo Agliati, relató brevemente la historia e impasse para construcción del templo durante estos 10 años, y destacó el diseño de hormigón del arquitecto Simón Muñoz y el mural que da cuenta de la historia de la población Centenario, donde está ubicado el templo, que fue pintado por un artista rancagüino. Asimismo, el representante de la Intendenta Regional destacó el espíritu de los espacios de culto, que también permiten hacer comunidad.
Posterior a los discursos, el representante de la Municipalidad de Rancagua entregó –entre aplausos de los vecinos- las llaves del templo a monseñor Juan Ignacio González y éste al párroco, padre Jorge Avilés. Posteriormente, se invitó a los presentes a entrar para participar del acto litúrgico.
CONSAGRACIÓN
El administrador apostólico de Rancagua, monseñor Juan Ignacio González, en compañía del Vicario General de la Diócesis, padre José Vergara; y el padre Jorge Avilés, celebró la consagración del templo.
Fue así como tras realizar el rito que contempla la bendición de sus muros y altar con agua bendita y los santos oleos, y revestir el altar e incensar el templo y rezar la oración de dedicación, el templo se iluminó, se encendieron los cirios y redoblaron las campanas.
Finalmente, el administrador apostólico de Rancagua, monseñor Juan Ignacio González, consagró el Sagrario.
Durante sus intervenciones, tanto el obispo como el párroco agradecieron a los feligreses y autoridades regionales y comunales por su esfuerzo para concretar la reconstrucción del templo.
LA HISTORIA
La parroquia fue erigida en abril de 1968 y entregada a la Congregación de los Siervos de la Caridad (Don Guanella) para atender la creciente población en torno al tradicional barrio Centenario, en el sector norte de Rancagua.
Pero la antigua construcción de adobe no resistió el terremoto de 2010, que dañó estructuralmente el templo, por lo que debió ser demolido.
Su reconstrucción estuvo a cargo de la Municipalidad de Rancagua con financiamiento del Gobierno Regional y tuvo un costo de $789.798.000, en base a un proyecto diseñado por el arquitecto Simón Muñoz.
Sin embargo, hubo baches en el camino, pues las obras quedaron suspendidas con un 5% sin ejecutar, por la quiebra de la empresa, que dejó un saldo de unos $30.000.000 en obras sin terminar.
El proceso judicial por la quiebra demoró la recepción final, con la cual el párroco decidió hacerse cargo del templo y, poco a poco, ir terminándolo.