“Un 8 de diciembre muy diferente al de todos los años: sin público y con el Santuario cerrado”, dijo el padre Fernando Miqueles, párroco del Santuario de Puquillay y la parroquia de Nancagua, al evaluar la celebración de la Fiesta de la Inmaculada Concepción; explicó que “durante la jornada, sólo se permitió el acceso a las personas que estaban autorizadas para apoyar los servicios en las distintas misas que se transmitieron vía facebook y YouTube”.
No obstante, enfatizó que “la gente estaba contenta, la mayoría se había informado y siguió las misas de forma virtual y otros, previa inscripción, participaron en las que estaba autorizada la presencia de fieles, pero también llegó gente que no sabía que estaría cerrado”.
El padre Fernando explicó que “tuvimos cuatro misas virtuales en el Santuario (8, 10, 12 y 20 horas); en la capilla de Puquillay bajo, que es el lugar donde habitualmente se quedan los adultos mayores, fue el único punto autorizado para recibir el pago mandas de forma presencial; y también realizar -con un aforo acotado- la tradicional misa de las 12 y 20 horas. Mientras que en el templo de Nancagua se celebró la Eucaristía a las 10 y 12, con aforo de 100 personas en el exterior”.
Recalcó que “en general todo fue muy tranquilo y sin dificultades; y destacó el apoyo de los sacerdotes, padre Luis Piña y Danilo Yáñez, quienes celebraron algunas de las misas y la confesión; de las autoridades regionales, comunales y de orden; y, el constante y permanente apoyo de un grupo de fieles de la parroquia de Nancagua que han hecho posible la transmisión de las misas y otras actividades pastorales”.