Más de una veintena de trabajadores de Iglesia, entre ellos, secretarias, panteoneros, dueñas de casa, se reunieron -con todas las medidas sanitarias- en Cunaco para participar en un retiro, desde las 9 hasta las 16:30 horas, junto a los sacerdotes René Gaete, Claudio Fuenzalida, Luis Piña y Fernando Miqueles.
Este comenzó compartiendo un desayuno y la conversación de algunos temas, que fueron dirigidos por Patricia Zapata, del movimiento de Focolares e integrante de la Pastoral Juvenil diocesana; para concluir con la Eucaristía. En el encuentro participaron las parroquias de Peralillo, Nancagua, Malloa, Santa Cruz, Pichilemu y Ciruelos.
El padre René Gaete, uno de los promotores de esta iniciativa, explicó que el objetivo fue “que ellos pudiesen compartir sus inquietudes, sus dolores, sus esperanzas y tengan la posibilidad de escucharse unos a otros y darse cuenta que no están solos”.
Enfatizó que una de las grandes conclusiones de este retiro es que “el trabajo en Iglesia debe ser desde el servicio y que éste debe ser alimentado desde Jesús, tanto para quienes trabajan de forma remunerada como para los consagrados”, aseveró.
Agregó que “la pandemia debe servirnos: reabrimos las iglesias, pero debemos abrirlas con las medidas de seguridad, pero también siendo más fraternos, más humanos, más comunitarios, entonces la idea es saber que somos compañeros de camino y que nos necesitamos los unos de los otros”.