Estimados hermanos y hermanas de la Diócesis de la Santa Cruz de Rancagua
Muchos de ustedes estaban orando insistentemente al Señor para que enviara un Obispo diocesano a nuestra Iglesia que peregrina en Rancagua. El Señor, por medio del Santo Padre Francisco, ha escuchado nuestros ruegos y con fecha de hoy ha nombrado a Monseñor Guillermo Verá Soto, actual Obispo de Iquique, como nuevo Pastor de la Diócesis de la Santa Cruz de Rancagua. Damos gracias a Dios por este importante acontecimiento.
Lo recibimos con los brazos abiertos, sabiendo que el obispo es siempre un hermano, un pastor y un guía para toda la comunidad, es el Vicario de Cristo en medio de su pueblo. Sea bienvenido entre nosotros, querido Monseñor. Viene de las cálidas zonas del norte de nuestra Patria, a servir en medio de las ciudades y de los campos de nuestras tres provincias. Viene con la experiencia de muchos años como Obispo, en los cuales ha aprendido a guiar al pueblo de Dios. Viene, también, como vecino de nuestra tierra, pues durante muchos años sirvió como sacerdote en el Obispado de Melipilla y en su natal ciudad de Isla de Maipo.
Llega a una tierra bendita por su historia civil y eclesiástica, lugar de muchos acontecimientos que han jalonado nuestra historia y de la cual han nacido miles de vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa. Encuentra a un laicado maduro y plenamente insertado en nuestras comunidades, dispuesto a acompañarlo en su trabajo pastoral, a sacerdotes, religiosos y religiosas, que día a día se empeñan en ser discípulos misioneros de Jesús. Llega a una diócesis que ha sido probada por sufrimientos fuertes, que el paso del tiempo, el trabajo arduo de todos y, particularmente, la gracia de Dios, van permitiendo dejar atrás, para caminar en el anuncio misionero del Evangelio.
Elevamos nuestra acción de Gracias a Dios y dirigimos también nuestras suplicas para orar por nuestro Santo Padre el Papa Francisco, que ha querido darnos un buen pastor para nuestra iglesia particular.
Que el Señor y su Madre del Cielo, presente en sus santuarios y venerada en muchas de las expresiones de nuestra religiosidad popular, bendigan su camino, lo hagan sentir el cariño del pueblo cristiano y descubran el Ud. la imagen viva de Jesús, el único Buen Pastor de nuestras almas.
Con mi afectuoso saludo y el de toda la Diócesis de la Santa Cruz de Rancagua
+Juan Ignacio González Errázuriz
Obispo de San Bernardo
Administrador Apostólico de Rancagua