Palabras del Pastor

El sacerdocio para servir

Monseñor, el  sábado 13 de septiembre dos sacerdotes de nuestra diócesis celebrarán 60 años de sacerdocio ¿Qué significado tiene para la diócesis?

Es realmente una maravilla poder orar junto con monseñor Caviedes y el padre Roberto Figueroa, que cumplen en estos días de Fiestas Patrias 60 años de generosa y abnegada vida sacerdotal; es un don de Dios, porque sabemos la fragilidad que tenemos todos los seres humanos, pero cuando hay personas que tienen la capacidad de entregarse y de fiarse de Dios, el Señor va haciendo maravillas con ellos, y eso es lo que queremos agradecer el próximo sábado a las 11 de la mañana en la Catedral de Rancagua. Ellos son dos sacerdotes de nuestra Iglesia diocesana:  uno de ellos, fue constituido Obispo de Osorno y Los Ángeles, y estuvo más de 25 años fuera de la diócesis y ha vuelto para seguir sirviendo en el Diaconado Permanente y en la vida consagrada en apoyo a la Confirmación.  Lo mismo el padre Roberto Figueroa, quien tiene una larga y gran trayectoria pastoral, en parroquias, en el tema de la educación, en la Vicaria General apoyando a hermanos obispos anteriores. Por eso, hemos querido expresar a través de Santa Eucaristía nuestra profunda gratitud a Dios y destacar esta fidelidad de dos queridos hermanos que hoy, a pesar de tener ya más de 80 años, gracias a Dios, siguen sirviendo y haciendo el bien,  que es el sentido más profundo y verdadero de la vida sacerdotal entregada totalmente a Dios y a los hermanos.

 

Monseñor, hoy que hay una falta de vocaciones sacerdotales,  ¿Qué podemos  destacar de estos dos grandes ejemplos para motivar nuevas vocaciones?

Para los que tenemos el don de la fe, la vocación cristiana es fundamental para todos los bautizados y dentro de esos bautizados Dios llama algunos para ser ministros del Señor y en estos dos hermanos queremos destacar, su sencillez, su humildad, su entrega generosa. Creo que eso nos hace bien. En estos años hemos experimentado el dolor de algunos hermanos que han traicionado su servicio sacerdotal con faltas graves, pero gracias a Dios, la gran mayoría de los sacerdotes cumplen con generosidad y abnegación su vocación más profunda.  Y celebrar a monseñor Caviedes y el padre Roberto Figueroa es  una expresión de aquello, por eso que hemos querido destacar esto como una expresión de donación generosa y permanente.  Creo que es bueno destacar la fidelidad de Dios de estos dos sacerdotes, porque puede ser un estimulo muy importante para aquellos jóvenes que van sintiendo el llamado que ¡Vale la pena entregar la vida por Dios!, ¡Vale la pena entregar la vida al servicio de los hermanos! Creo que más que falta de vocaciones, lo más importante es que quienes somos sacerdotes hoy, y quienes aspiran a serlo, seamos sacerdotes íntegramente como estos dos queridos hermanos lo han sido y lo seguirán siendo hasta los últimos días de sus vida. Por eso bendecimos a Dios e invito a toda la comunidad, especialmente, a quienes sienten una gran amistad con estos dos queridos sacerdotes, a que se unan a la misa el sábado 13 a las 11:00 de la mañana en nuestra Catedral.