Aprontándose para la celebración del mes de la Biblia, el diácono Francisco Ferrada -encargado de la Pastoral de animación Bíblica de la Diócesis de Rancagua- ha programado una actividad que permanezca en el tiempo como es la lectura de las sagradas escrituras con los internos del Centro Penitenciario de Rancagua.
Francisco Ferrada ha señalado que “en este mes de septiembre, mes de la Biblia, abordaremos el “Método de Lectura Popular de las SS.EE.”, que se realiza de manera persistente en algunos módulos del Complejo Penitenciario de Rancagua. En realidad, es una lectura de fe muy semejante a la lectura que hacían las primeras comunidades cristianas. Así – dijo- estas mini comunidades, viven una experiencia en este contexto carcelario, cercana a lo que una familia implica, ya que comparten sus experiencias de vida a la Luz de la Palabra Divina”.
En este método, la Palabra de Dios es reconocida y acogida por los internos, pues en su lectura y meditación encuentran esa luz a sus propias historias, sus dolores, angustias, soledad, penurias y para enfrentar el mundo violento que allí viven y que algunos han vivido toda su vida.
Con esta actividad, se quiere recordar la celebración del Mes de La Biblia, pero es trasfondo es que no sea sólo un mes de lectura, sino que algo permanente en el tiempo. Además, el diácono Ferrada señaló que la lectura bíblica “es más que una religiosidad popular o una mera santería. Es una experiencia comunitaria de encuentro con Dios a través de la Sagrada Escritura. Ahí, frente o en medio de un altar, entre dolores, abandono o desesperanza, diariamente en algunos módulos de la cárcel de Rancagua, hay internos que se reúnen y en esta “Lectura Popular de la Biblia” encuentran a aquel que llama a quienes están cansados y agobiados.