Actualidad Diocesana

Solidaridad de católicos beneficia a 132 estudiantes

Lunes 06 de Agosto del 2012
El obispo diocesano, monseñor Alejandro Goic Karmelic, entregó a los jóvenes postulados por sus respectivos párrocos el cheque que les permitirá palear en parte los gastos de sus estudios de educación superior.

“Me ayuda a financiar mi estadio en Valparaíso”, comentaba Francisco Lillo de la Parroquia San Judas Tadeo, de Malloa, quien junto a otros 131 jóvenes recibió de manos del Obispo de Rancagua,  monseñor Alejandro Goic Karmelic un aporte de 120 mil pesos para sus estudios.

Cada año, la Fundación Caritas y Acción Social entrega a dos jóvenes de cada una de las 65 parroquias de la diócesis, un cheque para sus estudios, gracias a los recursos obtenidos a través de la campaña de Cuaresma 2012 y del Té Solidario, realizado durante el Mes de la Solidaridad 2011.

“Un aporte  significativo -dijo el padre y presidente de la Fundación Caritas, Fernando Armijo-, pero importante para nosotros y sé que también para ustedes”, señaló refiriéndose al cheque.

Al mismo tiempo los instó a seguir participando en las parroquias y  ayudar a formar una cultura de  solidaridad. Agosto es el  Mes de la Solidaridad en homenaje al Santo padre Alberto Hurtado.

Por su parte, el obispo de Rancagua, monseñor Alejandro Goic Karmelic, llamó a los jóvenes a ser solidarios y “ojalá cuando ustedes tengan su profesión, también ayuden a otros jóvenes para que puedan estudiar”.

Recalcó que “estamos mejorando en educación, pero todavía falta mucho por hacer para ser una sociedad más justa, donde todos los jóvenes con talento tengan la posibilidad de estudiar”, enfatizó. Asimismo, dijo que “este es el Mes de la Solidaridad y ojalá también podamos hacer el bien, igual que el padre Alberto Hurtado, que fue un hombre santo que supo ver en cada persona el rostro de Cristo”, concluyó.

Posteriormente, los jóvenes fueron uno a uno recibiendo de manos del obispo diocesano su cheque, con una gran sonrisa.

Un pequeño respiro para estudiar

Y es que para ellos es una gran ayuda, que en algunos casos junto con otra beca gestionada en la universidad, les permite continuar sus estudios. Ese es el caso de  Leslie Valenzuela Mella, de Chépica, de la Parroquia de Auquinco  de Nuestra Señora del Carmen. Ella estudia Pedagogía en química y ciencia naturales, y es la tercera vez que al recibe esta ayuda, la cual junta con otra beca y así consigue pagar varios meses de la universidad.

También Gabriela Tobar, de la Parroquia San Francisco de Asís de Placilla, y quien estudia Ingeniería en Construcción en la Universidad de Valparaíso en Playa Ancha, reconoce que esta ayuda es de gran importancia, sobre todo para adquirir algunos materiales que para su carrera son fundamentales.

Estos jóvenes que hoy reciben este aporte, han sido postulados por sus respectivos párrocos, quienes los conocen porque siempre han estado presentes en la Parroquia, varios de ellos han sido acólitos desde los ocho años y luego han participado en la Pastoral Juvenil.