RUMBOS Noviembre 2024 - N° 633

Mensaje de monseñor Guillermo Vera.

La religiosa destacó que la sencillez con la que la Virgen y el ángel se comunicaron con tres pequeños pastores e invita a todos a vivir una vida de fe y confianza en Dios. Sobre todo pide confiar en la intercesión de la hermana Lucía, para que se pueda “presenciar un milagro que acelere su causa en la Iglesia”.

Cuatro parroquias de la diócesis de Rancagua celebraron 200 años de historia y devoción en octubre: Chépica, Coltauco, Olivar, Codegua y Doñihue. Con celebraciones eucarísticas, cantos, procesiones y actos de piedad, estos templos renovaron su misión evangelizadora y su profundo vínculo con el pueblo de Dios.

La visita de la Reliquia Santa Cruz ha sido una bendición para las comunidades, fortaleciendo la fe y promoviendo la unidad en cada rincón de la diócesis.

El evento, organizado por la Vicaría para la Educación de Rancagua, reunirá a docentes de religión de toda la diócesis en una jornada de reflexión y formación sobre los desafíos actuales de la enseñanza religiosa.

Durante los dos días de realización se ofreció un espacio de profunda reflexión sobre los desafíos éticos y morales que enfrentan la sociedad y la ciencia, con un enfoque cristiano.

El sábado 19 de octubre se desarrolló un esperado Encuentro de Catequistas en San Pedro de Alcántara, en el que participaron cerca de 320 catequistas provenientes de 19 parroquias del Decanato de Cardenal Caro.

Ya está disponible el documento final de XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo en Roma, que representa la culminación de un proceso de escucha y discernimiento de tres años, iniciado en 2021.

Todos los viernes, entre marzo y diciembre, Gabriel Pérez y su esposa Mariela han convertido el servicio a los más necesitados en un verdadero apostolado, ofreciendo una rica once a personas en situación de calle. Desde hace más de una década, su compromiso de fe ha sido reflejo del amor fraterno, siguiendo el legado de San Francisco de Asís en la Parroquia San Francisco de Rancagua.

“Somo una comunidad viva, que quiere, que ama, con altos y bajos, con luces y sombras, pero amados por el Señor”, expresó el padre Luis Piña, contento por la participación de los fieles.